¿Qué sucedería si la criatura de Mary Shelley, 200 años después de su alumbramiento original, fuera «una inteligencia artificial» (IA), una forma de vida inteligente, emocionalmente consciente de forma progresiva y de cuyo aprendizaje no sólo fuéramos testigos sino co-responsables? El miedo a ser superados por nuestras propias creaciones artificiales es un viejo terror humano. Ese miedo al doble se vio acelerado y acrecentado en la Modernidad, encarnada precisamente en el mito de esta criatura tal y como se recoge en una de las líneas más certeras de los numerosos guiones escritos a partir del libro de Shelley, el de la serie de televisión Penny Dreadful, cuando la criatura afirma, amenazante ante su aterrado creador: «I am Modernity personified». […]