El género audiovisual más consumido en YouTube , el videoclip musical, resulta un lugar especial para la interconexión de contenidos en el contexto de estrategias multimedia transmedia, para lo que adquiere variados formatos, con el objetivo de plegarse a la producción industrial (multiplicando y extendiendo los formatos), la creatividad de los usuarios… Como modalidad mediática de reciente consolidación, el álbum visual permite a los artistas y bandas crear conceptos abiertos, narrativas laxas, -“ parafonografías”, metanarrativas y storyworld como serán descritas- en torno a sus propuestas musicales/artísticas. Enraizados en la tradición de crítica o rebeldía del rock de los años setenta y que preparó fórmulas como las del álbum conceptual, el álbum visual toma los objetivos y estructura de presentación de contenidos de la comunicación transmedia para ponerlo al servicio de la construcción mediática de los mensajes del artista, con el propósito de planificar su imaginario frente a las audiencias. El formato debe también permitir la participación en variados grados de los espectadores, consumidores, fans… Los trabajos de Lemonade (Beyoncé, 2016), Dirty Computer (Janelle Monaé, 2018) y El Mal Querer (Rosalía, 2018) sirven como ejemplos de reflexión en torno a este nuevo formato audiovisual de la industria musical