Al hablar sobre su visita a Granada, uno de sus primeros viajes tras el confinamiento, la ensayista Remedios Zafra destaca haber podido dejar la pantalla, que tanto está mediando las relaciones sociales durante este año, para poder interactuar con personas que comparten su mismo espacio. Durante varias horas pudieron abandonarse los cuartos propios conectados, en palabras de la autora, que ahora son “casi el único lugar para respirar, vivir y soñar”, para entrar en el Salón de Grados de la Facultad de Comunicación de la UGR donde tuvo lugar la Escuela Doctoral de ASETEL que, con un formato semipresencial, ha buscado privilegiar el encuentro más allá de las pantallas.
Remedios Zafra, que también es científica titular del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quiso participar en la II ASETEL International Summer School por ser una oportunidad para poner en conversación los estudios visuales, los estudios críticos y la literatura, además de una manera tan libre y comprometida, según explica en el vídeo que publica ahora ASETEL y que se grabó con motivo la visita de la ensayista a Granada.
Durante la Escuela Doctoral, Zafra impartió un workshop titulado “Primera persona: escritura, pensamiento e internet”, una propuesta con la que quería profundizar en las condiciones de creación en el contexto de la cultura digital. Describió cuatro nodos, entendidos como cuatro maneras de “habitar” este contexto. En el último nodo, “habitar colectivo”, la escritora se propuso reflexionar colectivamente sobre la escritura en primera persona y su encaje en una cotidianeidad marcada por internet. Para ello, propuso una dinámica de clase que consistió en que cada asistente debía escribir un texto breve en primera persona que se enfrentara a la casilla vacía, elemento característico de la cultura digital y puerta de entrada a la interacción en la red.
Domingo Sánchez-Mesa, catedrático de la UGR, presidente de ASETEL y director de la Escuela Doctoral, preguntó a Remedios Zafra sobre la práctica de la escritura política en el momento de pandemia y crisis en el que nos encontramos. Para Zafra, esta situación puede ser una oportunidad para repensar la sociedad y afrontar sus conflictos. La lucha política, materializada a través de esa escritura comprometida, implica también interpelar a la ciudadanía para que sea cada más consciente de las desigualdades que atraviesan nuestras sociedades. “Hoy más que nunca”, defiende Zafra, “hay que evitar la inercia de la frustración, del pesimismo y de la tristeza; hay que evitar caer en la resignación de que nada se puede hacer”. La escritura política puede ser un instrumento para lograrlo, según la autora, porque “no es una escritura pesimista, sino crítica, capaz de imaginar nuevas opciones, de tantear nuevos futuros con los que podamos idear un mundo mejorado”.
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