Los medios de comunicación generalistas reproducen discursos hegemónicos que no siempre reflejan la diversidad social y cultural. Ante este panorama, los medios comunitarios ofrecen un espacio de resistencia en el que la cultura se convierte en un importante activo. Este artículo se centra en la radio comunitaria en España y se propone explorar el lugar que se otorga a la programación cultural y cómo esta ayuda a alcanzar los objetivos propios de este tipo de medios. Se toma como caso de estudio la Radio Almaina, surgida en 2011 en el seno de una coyuntura social signada por el movimiento 15-M. Tras revisar la programación de la emisora, se procedió a un análisis de los contenidos culturales hallados en tres programas. En ellos se revela una apuesta por la diversidad de contenidos, así como posicionamientos ideológicos contestatarios o lógicas que rompen con los esquemas tradicionales. Se concluye que experiencias como la de Radio Almaina contribuyen a consolidar el tercer sector de la comunicación, que en España aún carece de una regulación gubernamental que le otorgue reconocimiento pleno.